El tráfico de fauna silvestre no es solo la extracción de un animal silvestre vivo para que sea una mascota; como pasa frecuente con loros, guacamayas, tortugas continentales, primates, tigrillos entre otros; también se considera tráfico la extracción de este tipo de animales para comercializar o consumir su carne como sucede con los manatíes que su carne se vende como “carne de siete sabores”; igualmente la utilización de partes de animales
silvestres ejemplo de esto, los accesorios hechos de caparazón de tortugas carey para realizar artículos de bisutería, está catalogado como tráfico de fauna silvestre.
Por lo general estos tipos de tráfico de fauna silvestre se dan todo el año, pero en semana santa es cuando aumenta más este delito, debido a la cantidad de turistas que salen de la cuidad y al aumento del consumo de carnes blancas, debido a las costumbres religiosas de comer carnes rojas durante la cuaresma.
Para satisfacer la demanda de carnes blancas en algunos municipios del país se recurren a extraer a diferentes especímenes de fauna silvestre de sus ecosistemas, y hacerlas pasar como carne de pescado o de aves de corral.
Dentro de los ejemplos de esto, vemos como se cazan guacamayas y su carne se vende como carne de guaras, también se cazan a las águilas de cuaresma (gavilán langostero y gavilán aliancho), por su sabor a carne de pescado.
Por otra parte tenemos a las de tortugas hicoteas, las cuales en semana santa son muy apetecidas por su carne; esto además hacer una daño muy grande a la especie también lo hace al ecosistema, debido a su forma de cazarlas. Estas tortugas viven en madrigueras y para sacarlas prenden fuego a la entrada de las mismas y esta ha ocasionado incendios en ciénagas y pastos, afectando a todo el ecosistema.
Las tortugas marinas como la carey también se ve afectada no solo por carne sino también por su caparazón, ya este es muy apetecido para hacer pulseras, diademas, collares y demás bisutería que los turistas demandan en lugares costeros e isleños.
Otro de los amínales que se ven afectado durante esta época es el delfín rozado del amazonas ya que en la amazonia brasilera es cazado (según los casos reportados) y sacrificado para utilizarlo como carnada para pescar al pez mota o piracatinga el cual es importado ilegalmente a Colombia y vendido como si fuera capaz del rio Magdalena.
Si bien estas y otras especies que no mencionamos son traficadas como alimento durante esta semana santa, depende de nosotros como consumidores y turistas responsables saber el origen de lo que comemos, ya que conociendo esto podemos negarnos al comprarlo y de esta manera bajar la demanda de estos animales, ya que es la forma más eficiente de acabar con este tipo de tráfico, sin demanda no oferta.