En el año 2016 comenzamos un trabajo de desarrollo local con enfoque ambiental consensuado con varias rancherías de la etnia Wayúu de la Alta Guajira, en la punta norte de Colombia. Una población sumida en una profunda crisis humanitaria debido a años de abandono estatal y corrupción, sumado a una fuerte sequía (producto del fenómeno del niño cada vez más acentuado, posiblemente por efectos del calentamiento global) que ha tenido graves efectos en& los niveles de la seguridad alimentaria y en la salud de la población de esta comunidad indígena, afectando particularmente a los niños y niñas causándoles serias afecciones a la salud relacionadas con procesos de deshidratación y desnutrición, que en los casos más graves ha significado incluso la muerte. Según un estudio del Ministerio de Salud, para 2013, la tasa de mortalidad asociada a desnutrición en menores de 5 años en La Guajira fue de 32,54% por cada 1.000 niños y el promedio nacional fue de 6,76%.
Por fortuna, el escenario actual de posacuerdo nos abrió las oportunidades para llevar a cabo un proceso de ayuda estable e integral. La Policía Antinarcóticos y el Ejército Nacional nos han apoyado en el transcurso de nuestras misiones como actores garantes del fortalecimiento social, en su nuevo rol más enfocado al servicio de las comunidades en las regiones.
Dentro de los logros más importantes que hemos obtenido está la sostenibilidad en el tiempo de misión Guajira. De nuestra presencia continua en el territorio se derivan directamente los resultados obtenidos, entre los cuales se encuentra la construcción de dos Aulas Ambientales en las Rancherías Murujuy y Wayuutpa de manera mancomunada con la comunidad, en las que desarrollamos un Plan Pedagógico dirigido a fortalecer la apropiación territorial por medio de la implementación de un proceso pedagógico ambiental basado en ejes temáticos con enfoque regional, éstas cuentan con un profesor permanente que dicta las clases en su lengua nativa – wayuunaiki. El programa abarca las siguientes temáticas: diversidad cultural, apropiación territorial, manejo de residuos sólidos, consumo responsable, cambio climático, seguridad alimentaria, recurso hídrico, fauna silvestre, fauna doméstica, flora nativa, ecosistemas y huerta ancestral. Hemos logrado disminuir significativamente la deserción escolar en estas rancherías, expresado por la comunidad como: “Alejushi na tepichikana sunain ekirajunuin Naya” o “Los niños están regresando a estudiar”.
Estamos seguros de la importancia estratégica de nuestra labor educativa teniendo en cuenta la situación ambiental actual por la que atraviesan los ecosistemas guajiros, ya que desafortunadamente las múltiples problemáticas de orden político, económico, climático, social y cultural por las que ha atravesado el pueblo Wayúu a través de los años han ocasionado una afectación directa en la forma de relacionarse con su entorno, trayendo consigo una carencia de respeto por la naturaleza, que conlleva a su explotación irresponsable. La deforestación a un ritmo acelerado, la cacería, la pesca insostenible y la desordenada disposición de los residuos sólidos (especialmente plásticos) han llevado a la alteración y pérdida de hábitats para la fauna silvestre de los ecosistemas marinos y del bosque seco semidesértico de la Alta Guajira.
Entre las especies más afectadas y que está en peligro de extinción se encuentra la tortuga terrestre morrocoy (Chelonoides carbonaria), ya que se consume de manera indiscriminada en el departamento; por otro lado, también las poblaciones de tortugas marinas se han visto gravemente afectadas, en la Guajira se encuentran cuatro de las siete especies de tortugas marinas que podemos encontrar en Colombia, la Verde (Chelonya midas), la Boba (Caretta caretta), la Laúd, (Dermochelys coriacea) y la Carey (Eretmochelys imbricata) especies en peligro de extinción, siendo la Carey la que se encuentra en peligro crítico (UICN); los Wayúu no las pescan para comérselas, pero sí para venderlas a los turistas, por lo que hacemos un llamado a no consumir ninguna de estas especies en peligro. Otras de las especies afectadas y asociadas a la actividad pesquera artesanal de la comunidad Wayúu son los tiburones de la familia Carcharhinidae, las rayas de la familia Dasyatidae y Myliobatidae, y algunos peces de las familias Mugilidae, Sciaenidae, Scombridae y Sparidae. También se encuentran gravemente afectadas varias especies de plantas xerofíticas y subxerofíticas de matorral semidesértico subtropical, así como los manglares, debido al aprovechamiento para alimentar el ganado caprino, para fabricar corrales y para techar las casas, sin la práctica de la resiembra.
Cabe mencionar que las grandes empresas de extracción minera, el comercio ilegal y otros actores, hacen parte importante del daño ambiental de la región.
Es de vital importancia propender al regreso de la armonía de la comunidad con el entorno, en donde desde niños interioricen la cosmovisión de la sociedad indígena Wayúu: en esta cultura se considera el territorio como elemento sagrado, en donde ancestralmente han habitado sus linajes familiares, allí establecen sus hogares, las rancherías, y los cementerios en dónde deberán enterrarse los miembros del grupo familiar. Así mismo, el territorio no se asume como una constante a lo largo del tiempo sin posibilidades de modificación, ya que hace parte de la cotidianidad de esta sociedad el cambio permanente hacia otras rancherías que por su ubicación se adaptan más a las necesidades que emergen durante las diferentes estaciones climáticas de la región (así, de forma natural evitan el estrés ecosistémico y se armonizan con el entorno).
Otro de los resultados a resaltar, fruto del trabajo continuo en el territorio ha sido la construcción y el desarrollo de las Huertas Ancestrales, ya que pese a la situación climática actual logramos llevar a cabo nuestro objetivo. Tuvimos en cuenta sus prácticas tradicionales, sus usos y costumbres, su arquitectura tradicional y los alimentos que acostumbran a consumir acordes con sus actividades propias de subsistencia, generando soluciones de largo plazo que en trabajo conjunto con las comunidades aseguran la disponibilidad, la accesibilidad y la calidad alimentaria, disminuyendo la presión en los ecosistemas naturales. Estas huertas son desarrolladas en extensiones de tierra inferiores a una hectárea, las cuales son cercadas para evitar que el ganado caprino y ovino destruya lo sembrado. Generalmente se siembra patilla, melón, ahuyama, sorgo, mijo, frijol guajiro y maíz. Además, se siembra yotojoro (cactus) y trupillo (arbusto) destinados a la resiembra, para mantener el equilibrio al uso que le dan en sus actividades cotidianas.
De manera complementaria, cada año realizamos una Acción Humanitaria, es nuestra gran actividad participativa de solidaridad en donde llevamos la mayor cantidad de ayudas posibles por medio de donaciones y apoyo interinstitucional. Así mismo, llevamos a las comunidades jornadas médicas, jornadas de siembra, jornadas de limpieza y jornadas de cuidado animal. Todos los procesos los realiza el equipo de voluntarios de la fundación, quienes de manera desinteresada y poniendo todo su esfuerzo, conocimientos, tiempo y corazón dejan su huella en cada etapa de este camino que recorremos junto a los Wayúu.
Este año estamos muy agradecidos e inmensamente felices ya que llevaremos a la Ranchería de Murujuy -ubicada a más de 1 hora y media de Riohacha- una donación de una unidad de autogeneración eléctrica de energía fotovoltaica, que iluminará el Aula Ambiental y nos dará la posibilidad de implementar otras herramientas educativas.
Aunque nuestras labores actuales en las Rancherías Murujuy y Wayuutpa son cada vez más sostenibles financieramente, los retos son aún muy grandes ya que queremos seguir robusteciendo nuestros programas aumentando la intensidad horaria de los talleres, capacitando a nuevos profesores, llevando también energía solar a la otra ranchería, acrecentando la eficiencia de las Huertas Ancestrales, etc. Así mismo, porque tenemos como objetivo seguir impactando positivamente a otras rancherías con nuestros programas integrales, comenzando con la construcción de Aulas Ambientales en cada una de ellas. No podemos solos, necesitamos de tu colaboración ¡Dona! El apoyo individual de personas como tu nos ha permitido llevar a cabo nuestras labores, es tu oportunidad de actuar y ayudar a la etnia Wayúu de la Alta Guajira.
La forma de apoyar este proyecto es consignando los aportes voluntarios de cualquier valor en la cuenta de ahorros No. 201-457051-86 de Bancolombia a nombre de Fundación Movimiento Ambientalista Colombiano o a través de nuestros botones de donación de nuestra página.
También puedes apoyarnos haciendo donaciones de granos no perecederos durante este mes de septiembre desde cualquier lugar del país:
Te necesitamos, dona tu tiempo y conocimientos como voluntario, inicia compartiendo esta información en tus redes sociales.
¡Donar Ahora!
Alexandra Loaysa
Coordinadora Científica
Movimiento Ambientalista Colombiano